“En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad” Gandhi
Cómo ya os comenté un día en el blog dónde os hablaba del “slow life”, vivimos en una época de non-stop y mi mayor objetivo es transmitiros a partir de mis productos la filosofía de slow life y ayudaros a conseguirlo.
Por ello hoy os traigo unas rutinas slow para que podamos empezar todos el año con buenos propósitos y ver si así conseguimos vivirlo con más calma.
DEDICA TIEMPO A LA COMIDA
Tan importante es comer bien y sano como dedicarle el tiempo que se merece a cada comida que hacemos al día.
Para empezar, si comes a toda velocidad tu cerebro no asimila la comida que has ingerido y te pedirá más. El cerebro necesita de unos 20min para enterarse que estás comiendo y que tu cuerpo está satisfecho.
Te propongo (ruego) que cada momento de comida que tengas lo prepares con cariño, pongas un bonito mantel, coloques la comida con una bonita presentación en el plato, en definitiva cómo si estuvieses en un restaurante mimándote a ti misma. Y lo más importante que saborees cada comida que ingieres y disfrutes de ella, te concentres en lo que estás comiendo e intentes capturar cada aroma y sabor. Esto te aportará calma y te hará disfrutar mil veces más y también te ayudará a no comer más de la cuenta.
MUÉVETE
Comienza cada día con 30min de actividad física, lo que tu más prefieras, al exterior. Esto te ayudará a empezar el día con más motivación y mejor humor, regularás tus horas de sueño y aumentarás tu energía.
Ve al trabajo andando en vez de en coche, baila en la cocina… Lo que a ti más feliz te haga sentir y te ayude a liberar estrés sin que te des cuenta.
JUEGA – RECONECTA CONTIGO MISMO
Parece que por ser adultos esté prohibido jugar pero no, juega. Saca al niño que tienes dentro y déjate llevar y reconecta con el.
DIVIÉRTETE – SONRÍE A LA VIDA
Grita, salta, baila, ríe, llora, haz el tonto… lo que quieras, pero ¡hazlo! Exprésate como tu lo sientas y no dejes que las tonterías te afecten.
DISFRUTA DE TU FAMILIA
Dedícales tiempo de calidad a ellos. Parece que porque estén ahí siempre pueden perdonarlo todo y no les afectan las cosas pero no es así. Desconecta de todo y céntrate en ellos cuando estéis juntos, jugar, hablar, escúchales, pasear… El tiempo vuela y nunca vuelve.
Espero que añadas estas pequeñas rutinas a tu día a día y poco a poco vayas cambiando tu rapidez por la lentitud disfrutando así de cada momento.
¡Que tengas un feliz día!
Con cariño,